Basso, Darío
(1966)

Hijo de de madre venezolana y emigrante gallego en Caracas (Venezuela), ciudad en la que nace en 1966 y donde vive sus primeros años, Darío Basso se cría en una familia de intelectuales, hecho que favorece su temprano interés por la literatura y la pintura. Comienza su trayectoria pictórica a mediados de los ochenta en Madrid, integrándose en los talleres del Círculo de Bellas Artes orientados por Arrollo y Guinovart entre otros. Ya entonces comienza a destacar por su fuerte personalidad. Permanece en la capital hasta el 86, siendo esta una etapa que trata de huir de los movimientos internacionales que impone el circuito artístico. Basso trabaja con las manos, tratando de resaltar la agresividad y su temática aborda el paso del tiempo, plasmado mediante simbologías de carácter personal. En esta época se traslada durante  un año en Paris, donde su obra se centra en la lucha de civilizaciones Oriente-Occidente, aparece simbología árabe y el mito de Aníbal. En 1990 recibe la beca de la Academia Española en Roma y se centra en imágenes sobre la destrucción y la ruina, después de conocer el subsuelo de la ciudad. En 1992 recibe la beca Fullbright del Comité Conjunto Hispano–Norteamericano que le permite trasladarse dos años a Nueva York. Durante esta etapa su trabajo se centra en la figura humana y la condición de individualidad del ser. Regresa a Madrid, donde se instala definitivamente con pequeñas estancias en su país natal, Venezuela. Todo ello sin dejar de viajar, una constante que ha mantenido en su vida, junto a la contraposición de culturas. Su obra es difícil de reducir a fórmulas o tendencias concretas. Trabaja lo abstracto y lo simbólico. Basso es un artista matérico y de visión profunda que absorbe todo lo observado para transformarlo a su lenguaje.