Michael Elmgreen: 1961, Copenhague, Dinamarca. Ingar Dragset: 1969, Trondheim, Noruega
Viven y trabajan en Berlín, Alemania, y Londres, GB
Michael Elgreen e Ingar Dragset vienen desarrollando su trayectoria artística en colaboración desde que se conocieran en 1995. Aunque sus trabajos iniciales se desarrollaron sobre el formato performance, la mayor parte de su obra transita por el lenguaje de la escultura que posteriormente se verá amplificado a la ocupación de grandes espacios y la recreación de arquitecturas o ambientes.
Probablemente el tema vertebral de su expresión artística sea la homosexualidad contemplada no sólo desde el activismo, sino desde la crítica, siempre impregnada de grandes dosis de sarcasmo, con algunas de las costumbres sociales y lugares comunes asociados. En sus manos, un urinario —objeto icónico tanto para el arte contemporáneo como para la cultura gay— es instrumentalizado para tratar asuntos como el matrimonio o la promiscuidad.
Otro de sus puntos de interés son los mecanismos relativos al arte contemporáneo. De tal modo, cuestionan el cubo blanco como espacio expositivo oficial y lo entierran, lo cuelgan de globos para hacerlo flotar, lo ondulan como un tobogán o rompen las paredes para abrirlo al exterior. Claro ejemplo de ello pudiera ser su aclamada intervención de 2005 para la Fundación Marfa, donde construyeron una tienda Prada en mitad del desierto de Texas.
El desarrollo natural de su trabajo les ha llevado a realizar obras cada vez mayores y más complejas hasta recrear espacios que, a primera vista, pueden parecer reales: una estación del metro del Nueva York de la década 80 en los albores del SIDA —End Station, 2005—, los distintos lugares de la sociedad del espectáculo —The Welfare Show, 2005— o un completo edificio de viviendas dentro del museo a disposición del espectador curioso —The One & The Many, 2010—.
(Fuente: Galería Helga de Alvear)
titulo // One Day
fecha_creacion // 2015
tecnica // Aluminio blanco, shorts, madera y cristal
dimensiones // 150 x 180 x 120
Esta obra fue realizada ex profeso para la exposición No hablaremos de Picasso, organizada por la Fundación María José Jove en febrero de 2015. En ella, varios artistas crearon unas propuestas plásticas que abordaban diversos temas de carácter universal. Los artistas Elmgreen and Dragset desarrollaron una instalación que hace referencia al tema de “El Deseo”. La obra está acompañada del siguiente texto autógrafo:
"Aunque es una manifestación frecuente, el deseo no resulta fácil de definir. Se puede desear algo físico y tangible como se puede desear lo irrealizable, lo inaccesible, lo desconocido, incluso se puede desear algo ficticio.
One day representa la figura de un niño que fija su mirada en un fusil expuesto en una vitrina. Este fusil despierta un extraño deseo en el niño, un deseo peligroso que no puede comprender pero del que no puede huir. El niño tiene cuatro años. Aunque pudiera coger el fusil, no sería capaz de utilizarlo realmente. Sin embargo, una inclinación freudiana hacia la agresión y la destrucción confluye con su reciente noción del poder que, materializado en ese fusil, le cautiva de una manera ineludible. Como un joven animal negociando su vida en un entorno salvaje, el niño se siente atraído inexorablemente por este objeto peligroso del que aún no ha llegado a comprender su capacidad de destrucción. Además del poder de supervivencia y/o desolación, el fusil simboliza la capacidad otorgada al niño de convertirse en un ser adulto. Las cualidades primitivas de poder y sexo vinculadas al fusil generan un deseo primigenio en él. Igual que en anteriores obras de los autores, esta instalación pone en cuestionamiento el concepto del deseo y la percepción de la inocencia."
Elmgreen & Dragset
"Although desire is a common phenomenon, it is not easily defined; it can be physical or tangible, but one can also desire something that is unachievable, unattainable, unknown, or merely something imaginary.
One Day includes a sculpture of a young boy gazing at a rifle mounted in a display case. The rifle creates a curious desire in the boy, one that he is too young to understand, transfixed by this dangerous artifact that captures his imagination. The boy depicted is four years old, and would not be able to actually use the rifle even if he could reach it. Yet a Freudian inclination towards aggression and destruction, and the beginnings of understanding the power signified in an object such as a rifle, create an immediate sense of intrigue for the child. Similar to a young beast negotiating its survival in the wilderness, at an early age he is drawn to this dangerous object as a means of power and survival, before being socialized to understand its potential for devastation. In addition to power, the rifle also becomes a symbol of being an adult. The primal instincts of power and sex inherently draw him to the rifle before he grows older and thus learns about its implications. As in many of Elmgreen & Dragset’s earlier works this sculpture challenges the concept of innocence." Elmgreen & Dragset
Exposiciones: