El Equipo Crónica se forma en 1964 por los valencianos Rafael Solbes, Manolo Valdés y Juan Antonio Toledo, quien abandonará temprano la formación. El grupo se mantiene hasta el prematuro fallecimiento de Solbes, en 1981. Antes de iniciar la aventura Crónica, los tres procedían del Movimiento de Estampa Popular, adscrito a la crítica social. Podría decirse que su ideario plástico nace por oposición directa al informalismo de la década anterior, pero sobre todo por un entusiasmo juvenil y activo bajo la sombra sospechosa del franquismo presente en casi toda su obra. Desde que en 1965 exponen en París, en el XVI Salón de la Jeune Peinture, toda su producción vendrá marcada por un velo irónico de carácter crítico en el que se mezcla la crónica social y política. A partir de los años 70 el grupo evoluciona hacia los grandes formatos y usando tintas planas plasman imágenes de medios de comunicación de la época, es decir, de la memoria colectiva, en las que intervienen mezclando lo popular y lo culto, lo real y lo fantástico, resultando imágenes de marcada influencia pop. También se hacen acopio de imágenes de la Historia del Arte, con referencias a Saura, al Guernica, Brueghel o las Vanguardias Históricas, tratando de cuestionar fundamentos aparentemente inamovibles del Arte. La influencia de su obra se ha ido reforzando con el paso de los años y actualmente el Equipo Crónica significa un eslabón imprescindible para entender la evolución de la figuración española a partir de los años 70.
titulo // Escena bucólica
fecha_creacion // 1978
tecnica // Acrílico sobre lienzo
dimensiones // 150 x 150
El Equipo Crónica, compuesto principalmente por Rafael Solves y Manolo Valdés, arranca en 1964 como un proyecto artístico de clara tendencia ideológica antifranquista, que se expresa a través de un lenguaje plástico nuevo en España: el pop. Sus obras, identificadas por series iconográficas, frecuentemente se caracterizan por la descontextualización de elementos o personajes de la historia de la pintura clásica, evidenciando una clara intención desmitificadora de las obras maestras de la pintura, y su reubicación en un entorno contemporáneo. La presente obra está incluida dentro de la serie “La parábola de los ciegos”, en referencia a la obra del mismo título pintada por Pieter Brueghel en 1568. En esta ocasión el grupo de ciegos aparecen irónicamente bajo una lluvia de elementos y símbolos extraídos de obras de pintores del s. XX fácilmente reconocibles, como Leger o Kandinsky.
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