Souto, Arturo
(1898 - 1976)

Arturo Souto Feijoo, hijo del magistrado y pintor Alfredo Souto, nace en Pontevedra en 1902. Aunque cursa los estudios de aparejador, Souto siente unas profundas inclinaciones pictóricas que le llevan, en 1922, a la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, en Madrid, después de haber contactado con el ambiente artístico de Sevilla, done vive una temporada con su familia. Souto es enviado a hacer el servicio militar a Vigo, en 1924. Después de haber vivido en diversas capitales españolas merced a los destinos de su padre, y tras su estancia en Madrid, el regreso de Souto supone el acercamiento a la situación cultural gallega en el período de entreguerras y su afinidad con el Movimiento Renovador en el que ya despuntaban Colmeiro, Maside o Torres.A su regreso a Madrid, expone por primera vez en la Casa de Galicia. Ese mismo año, 1925, viaja por primera vez a París, tomando contacto real con la efervescencia de las vanguardias. Tres años más tarde, la Diputación de Pontevedra le otorga la primera beca para viajar de nuevo a la capital francesa, y en 1935 la segunda. Pero Souto, aunque ha asumido ya el lenguaje rupturista de las vanguardias históricas, volverá a viajar a París al año siguiente.Sus estancias parisinas y su paso por la Academia de España en Roma, en 1934, le proyectan como un artista internacional de prestigio. En 1936 es seleccionado para la Bienal de Venecia y participa en la Exposición que la Asociación de los Artistas Ibéricos realiza en París.Ese mismo año estalla la Guerra Civil y Souto se involucra activamente con el movimiento republicano, dejando numerosa pintura que testifica su compromiso. En 1937 participa en la Exposición Internacional de París. Sus obras, manifiestas denuncias contra la guerra, se exponen, entre otras, junto a las de Miró, Julio González o Picasso, con su Guernica. Al finalizar la guerra, y tras su estancia en París, Souto se marcha exiliado a América. Expone en La Habana, Nueva York ó San Francisco. En 1945 se instala definitivamente en México, donde vivirá prácticamente hasta el final de su vida, en 1964, sin haber olvidado nunca su Galicia natal.Acuarelista y dibujante de excepción, Arturo Souto domina las escenas de interior que durante su etapa parisina se centran en los cabarets, la bohemia y la vida mundana del París de los años veinte y treinta. En sus óleos, la pincelada gruesa y empastada va defiendo las formas de una pintura de corte expresionista que, durante el período bélico, gira hacia composiciones más tenebrosas, de plasticidad mas violenta y argumentaciones comprometidas. Durante la etapa mexicana, con una temática preferente que ahonda en el universo femenino, su pintura se hace más sintética y el color adquiere el protagonismo absoluto de sus composiciones.