BIOGRAFÍA DEL AUTOR en construcción.
titulo // Pintura nº 371
fecha_creacion // 1962
tecnica // Óleo sobre lienzo
dimensiones // 130 x 195
Luis Feito participó en la fundación de El Paso, un movimiento artístico que irrumpió en el anquilosado panorama artístico español apostando por la abstracción como estilo de expresión. Los miembros de El Paso, a pesar de no conformar un conjunto homogéneo, heredaron la concepción de la España negra y la importancia de la utilización de la materia. La pincelada violenta y empastada, la agresión al soporte, el empleo de la arpillera o tela metálica, así como la inclusión de arena u otro objetos en la obra de arte, fue común entre estos artistas. Feito encontró en la abstracción un medio para expresar su mundo interior, y dar rienda suelta a su personalidad. Este estilo le permite abordar la pintura en estado puro, algo que no concebía con los estilos preexistentes. El pintor lo explicaba de la siguiente manera: “El interés por nuevas materias surge, dentro de mi generación, del empeño por romper cueste lo que cueste, con la tradición, buscando nuevas vías de desarrollo, otras opciones de lenguaje”. En la obra Pintura nº 371 (mixta sobre lienzo, 130x195 cm., 1962) a través de una composición abstracta Feito introduce como contrapunto y novedad el color rojo. Sobre un intensísimo fondo de este color, el artista dispone una gruesa pincelada negra que atraviesa la obra y semeja el desgarro del soporte, que remata en una gran acumulación de materia donde de nuevo el color rojo conforma una característica mancha circular. La aplicación de la materia se produce de forma densa, tosca, con relieve y sin acabados definidos, que el mismo Feito define de la siguiente manera: “Cuando pinto ataco la tela de lleno, sin plan preconcebido. Echo los colores directamente sobre ella, el gesto va condicionando la organización del cuadro” y realizada en una sola sesión, como especifica el artista “sin posibilidad ninguna de correcciones o enmiendas posteriores. Salían o no salían”. La obra se encuadrada en una etapa en la que concentra lo que hasta entonces era su estilo más violento y contradictorio, no prescindiendo del gestualismo automático que caracteriza gran parte de su producción. Por otro lado, queda patente el influjo del arte japonés que ya se advierte en esta obra con la introducción de la banda horizontal de color negro.
EXPOSICIONES:
LITERATURA:
titulo // Cuadro 145 B
fecha_creacion // 1959
tecnica // Óleo sobre lienzo
dimensiones // 60 x 73
Luis Feito participó en la fundación de El Paso, un movimiento artístico que irrumpió en el anquilosado panorama artístico español apostando por la abstracción como estilo de expresión. Los miembros de El Paso, a pesar de no conformar un conjunto homogéneo, heredaron la concepción de la España negra y la importancia de la utilización de la materia. La pincelada violenta y empastada, la agresión al soporte, el empleo de la arpillera o tela metálica, así como la inclusión de arena u otros objetos en la obra de arte, fue común entre estos artistas. Feito encontró en la abstracción un medio para expresar su mundo interior y dar rienda suelta a su personalidad. Este estilo le permite abordar la pintura en estado puro, algo que no concebía con los estilos preexistentes. El pintor lo explicaba de la siguiente manera: “El interés por nuevas materias surge, dentro de mi generación, del empeño por romper cueste lo que cueste, con la tradición, buscando nuevas vías de desarrollo, otras opciones de lenguaje”. En este contexto surge la obra Cuadro 145 B (mixta sobre lienzo, 60x73 cm., 1959) caracterizada por el tratamiento informalista de la textura y la materia. Sobre un fondo negro Feito superpone empastes de rugosidades matéricas que se concentran en la parte central del soporte, a través de la utilización de una gama de colores monócromos. A pesar de que Feito parte aparentemente del caos, en sus obras logra una particular organización consiguiendo que los espacios libres actúen como formas y resultando esenciales para crear la composición. Como señala el especialista Fernando Huici, un rasgo constante en la producción de este autor es la aparición de opuestos que generan tensión, elementos contradictorios. Y esto lo consigue a través del vacío y su relación con la concentración en núcleos de la materia. Los tonos empleados, incidiendo en el contraste entre el blanco y el negro, así como la ejecución y disposición de la materia en formas circulares, normalmente en el centro de la superficie pictórica, supone lo más característico del período comprendido entre 1957 y 1961.