Maestro de la pintura preciosista europea, Mariano Fortuny es el pintor español del S.XX con mayor proyección en Europa. Nace en Reus, Cataluña, en 1838. Quedándose huérfano a edad temprana, su abuelo será el impulsor de su carrera artística, así como el orfebre Antoni Bassa, cuyo trabajo miniaturista será la base para la posterior evolución hacia el preciosismo que haría célebre al pintor. En 1852 se traslada a Barcelona, trabajando en el estudio del escultor Domingo Talarn quién, admirado por el trabajo de su discípulo, le concede una beca para ingresar en la Escuela de Bellas Artes de La Llotja, donde recibirá su primera instrucción académica oficial. La Diputación de Barcelona le asigna otra beca formativa en Roma, a donde se traslada en 1958 y donde conoce a Eduardo Rosales. En 1860, durante el reinado de Isabel II, estalla la Guerra de África entre España y Marruecos. La Diputación de Barcelona envía al pintor al frente con el encargo de realizar una serie de obras que conmemoren los hechos más importantes de la contienda, lo que supone una experiencia trascendental en la vida artística de Fortuny. Conoce la luz norteafricana, que le impresiona profundamente, la belleza y amplitud de los paisajes y la temática oriental. Se aleja de academicismos y absorbe la luz en su plenitud, alcanzando el preciosismo plástico que marcará la pintura europea. En este período la obra más famosa es La batalla de Tetuán, una pintura histórica de grandes dimensiones y llena de dinamismo. Finalizada la guerra, Fortuny se instala de nuevo a Roma, iniciando un período que se centra en las obras de género realizadas en ricos colores. Son cuadros llamados de casacón o gabinete que el pintor Meissonier puso de moda en Francia, y con los que Fortuny llega a obtener extraordinario éxito. Tratan asuntos intranscendentes, realizados con un estilo minucioso y detallista que se preocupa por la luz, el dibujo y el color. En la elección del tema y en las indumentarias incorpora elementos del siglo XVIII, y es frecuente por ejemplo, el uso de pelucas y vestidos dieciochescos. La obra más representativa de este estilo es La vicaría. En 1870 regresa a España, instalándose en Granada con su cuñado Ricardo Madrazo. En esta época de plenitud en su madurez realiza algunos de las obras más bellas de su trayectoria. Fallece en Roma el 21 de Noviembre de 1874, a la temprana edad de 36 años. Maestro fundamental de la pintura, con prestigio internacional, a su cortejo acudió multitud de artistas de todas partes, directores de Academia y embajadores.
titulo // Viejo al sol
fecha_creacion // 1871
tecnica // Óleo sobre lienzo
dimensiones // 47 x 39
Instalado desde los 21 años en Roma, donde goza de gran prestigio, Fortuny llega a la madurez abrumado e insatisfecho por el exceso de encargos profesionales que demandaban una continuada reiteración del estilo preciosista que le había llevado al éxito. En 1870 vuelve a España, instalándose con su cuñado, Ricardo Madrazo, en Granada. Allí declara su intención de hacer una pintura que “no será para venderla, ya que nadie la compraría; solamente me permitiré el lujo de pintar para mi; ahí está la pintura verdadera.(...)”. Entre las extraordinarias obras realizadas en ese periodo de libertad se encuentran tres versiones al óleo y algunos dibujos de “Viejo al sol”. A través del epistolario de Fortuny sabemos que le preocupan sus modelos, que suele encontrar, y “a buen precio”, en sus largos recorridos por el barrio del Albaicín. En el caso del modelo escogido para los Viejos al sol , según documentos legados, se trataría de un mendigo contratado allí expresamente para este tema. Además de la presente versión, los otros dos óleos pertenecen al Museo del Prado y a la Hispanic Society respectivamente. En todos los casos aplica las pinceladas con extraordinaria soltura y trabaja con la luz directamente del natural, desarrollando un tratamiento naturalista que evidencia su admiración por Ribera.
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