Luis Gordillo nace en Sevilla, 1934. Su formación artística comienza después de licenciarse en derecho, primero en la Escuela de Bellas Artes de Sevilla y, posteriormente en París, donde estudia las vanguardias de aquel momento, especialmente el informalismo y arte geométrico. Ya de regreso en España, busca su propio camino misturando claves del pop y del geometrismo, comenzando entonces las imágenes seriadas y de repetición tan propias de su trayectoria. En 1966 participa en la primera exposición organizada por el naciente grupo artístico denominado Nueva Figuración, un movimiento plástico que significaba una alternativa al dominio informalista de la década de los 60. Poco tiempo después comienza una crisis en la que Gordillo se cuestiona la realidad de la pintura, una crisis sin final que, desde una vertiente positiva, le hará mantenerse en constante agitación y evolución hasta hoy en día. Cuando posteriormente retoma la pintura comienza la serie de dibujos automáticos dominados por la inmediatez inconsciente del gesto. La década de los setenta comienza a experimentar con los métodos de reproducción mecánicos (offset, fotocopiado, etc) y los recursos plásticos que puede extraer de su aplicación en la plástica. Ya en los ochenta comienzan a diluirse las alusiones figurativas y aparecen los largos trazos monocromos y curvos que forman sinuosidades muy pronunciadas, como los meandros de los ríos, o dibujos de formas líquidas, formaciones de apariencia orgánica y variaciones gestuales que se multiplican por las superficies de sus obras. Gordillo, galardonado con el Premio Velázquez 2007 - máximo reconocimiento que otorga el Estado Español en el campo de las Artes Plásticas- , es una de las figuras más influyentes del arte español de la segunda mitad del s. xx.
titulo // La tercera adoración
fecha_creacion // 1991
tecnica // Acrílico sobre lienzo
dimensiones // 157x250
Uno de los momentos sobresalientes en la trayectoria de Gordillo corresponde a los años finales de la década de los 80 y principios de los 90. Sin duda, se trata de un periodo que concentra y resume todas las claves del pintor hasta ese momento: el concepto de " situación meándrica ", multiplicidad de formas, automatismo, ironía, etc, aunque entonces su pintura está madurando hacia estructuras más abstractas y simbólicas. Las sinuosidades semiautomáticas se acercan a formas biomórficas, glóbulos y conductos que aparentan tejidos orgánicos. Los colores se han tornado más fríos y predomina esa tonalidad cromática azul verdosa tan personal del pintor. En la década de los setenta aparecen los primeros dibujos de adoraciones, que producirá una importante serie, que remata con esta Tercera Adoración, una estructuración de formas que se sitúan a medio camino entre la figuración anterior y las nuevas fórmulas de abstracción. Según comenta Santiago B. Olmo en el catálogo de la emblemática exposición celebrada en el IVAM en 1993 - en el que Gordillo seleccionó para su portada la presente obra -, " en los años 70 surgen los primeros dibujos de adoraciones, en los que perros u ovejas adoran a artefactos extraterrestres en forma de sputnik, o se miran fijamente. Este esquema de la adoración será el vínculo que ya en los 80 reunirá animales y contenedores ". La aparición de animales se remonta a épocas tempranas. Estos van adaptándose a los diferentes estilos y pueden aparecer como figuras de comic, con un tratamiento en clave pop, como migotes de graffiti o camuflados camaleónicamente entre la multiplicidad de formas. En otras ocasiones los animales se humanizan, pero solo en esta obra se da la circunstancia de adoptar la personalidad del propio artista, resultando un autorretrato cargado de ironía.
EXPOSICIONES