Soledad Sevilla (Valencia, 1944) cursó estudios en Bellas Artes en la Escuela Superior de Sant Jordi de Barcelona, donde se especializó en pintura entre 1960 y 1965. Posteriormente, una beca de la Fundación Juan March y otra del Centro de Promoción de las Artes Plásticas e Investigación de las Nuevas Formas Expresivas le permitieron continuar su formación. Posteriormente, interesada por la investigación pictórica, Sevilla recibió una ayuda del Comité Conjunto Hispano Norteamericano para Asuntos Culturales para estudiar los desarrollos modulares y geométricos en el ámbito pictórico en el departamento de Bellas Artes de la universidad estadounidense de Harvard. Los inicios de su carrera se sitúan a finales de los años 60 y se vinculan a la abstracción geométrica. Ya en esta época, mostrará su interés por contrastar los opuestos, por jugar en sus obras con las dualidades, algo que permanecerá a lo largo de su trayectoria. A principios de los años ochenta la instalación se incorpora en su producción artística como un recurso expresivo más.Después de regresar de Estados Unidos en 1983, se incorpora a un proyecto teatral impulsado por Guillermo Heras, que influirá en el interés que ahora le suscitarán las instalaciones. Éstas se incorporarán a su producción y ya nunca dejarán de compartir protagonismo con la pintura. Sin embargo, en la etapa más reciente, esta autora ha visto como su producción se ha visto condicionada por su estado físico, ya que una enfermedad la obligó a abordar las obras más pausadamente, incluso en la reducción del tamaño del soporte. Actualmente, esta creadora combina su carrera como artista plástica con su labor como docente en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Granada. La impecable e interesante trayectoria de Soledad Sevilla ha sido reconocida con importantes galardones como el Premio Nacional de Artes Plásticas o el Premio Alfons Roig de la Diputación de Valencia. Asimismo, sus trabajos pueden contemplarse en colecciones tan destacadas como la de la Fundación Juan March (Madrid); la del Banco de España (Madrid); la del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (Madrid) o la del Museo de Bellas Artes (Álava).
titulo // Insomnio de Valencia I
fecha_creacion // 2003
tecnica // Óleo sobre lienzo
dimensiones // 140 x 250
Soledad Sevilla se ha dedicado desde los inicios de su carrera pictórica en la década de los años 70 a la abstracción, en un principio geométrica, combinando esta disciplina desde los años 80 con la realización de instalaciones. Desde sus primeras obras tan rigurosas y disciplinadas, la artista comenzará a abrir su estilo poco a poco en los 80 hacia una investigación del comportamiento de la luz, a la captación de la atmósfera y del aire. Posteriormente, en los 90 el interés por la naturaleza se reflejará en su obra, después de pasar largos ratos observándola y viendo lugares concretos que retratará siempre de forma abstracta. La obra Insomnio de Valencia (óleo sobre lienzo, 140x250 cm., 2003) es una composición de grandes dimensiones que se mantiene en el limite que separa la abstracción de la figuración. Para ello elabora una obra basada en el color, en la pequeños detalles remiten a la naturaleza y con la que se aproxima a planteamientos impresionistas en cuanto al color, la textura y el ambiente. Esta obra forma parte de una serie que Sevilla realizó bajo el nombre de Insomnio, haciendo referencia al tiempo que la autora se pasó sin dormir para crear unos lienzos de gran formato en los que recrea la naturaleza como protagonista y con el color negro como nexo de unión. Este conjunto de obras fueron elaboradas en su estudio de Granada y se definen como una mutación entre la realidad y la ficción, entre lo que vio en el campo y en la ciudad. La propia artista define así su trabajo: “Los insomnios son muy creativos. Por la noche, cuando no logras conciliar el sueño, se ve todo más claro y es más fácil resolver problemas, desde asuntos domésticos hasta los relativos a cómo abordar un lienzo en blanco. Mis nuevos cuadros han nacido en la oscuridad, lo que no quiere decir que haya que identificarlos con el tormento, la amargura o la pena. El negro es un color más y con él se pueden conseguir efectos sorprendentes”. Esta serie está muy vinculada estilística y técnicamente a la titulada El mundo a mi manera, abordada en el mismo año de ejecución de Insomnio de Valencia, en la que también recreó lugares de Huelva, pequeños parajes y lugares concretos, que abundan en el detalle. En ambas series se refleja el cambio de técnica que realizó la pintora tras sufrir una enfermedad que la obligó a afrontar los grandes formatos de una forma más pausada, dedicándole más tiempo a cada pieza y deteniéndose en su elaboración. De esta forma, la pintora crea unos espacios que parecen infinitos, estableciendo una relación muy personal con la pintura, en la que el concepto de sublime sobre el que trabajaron los románticos se hace de nuevo patente.
EXPOSICIONES:
El Espejo Que Huye. Obras Colección FMJJ; Centro Cultural Palacio Revillagigedo, FMJJ-Cajastur, Gijón, 2009
Breves episodios en la colección Fundación María José Jove. Marta García-Fajardo-David Barro. Octubre2016- enero2017, Fundación Luis Seoane, A Coruña
LITERATURA:
David Barro, Cat. El Espejo Que Huye. Obras Colección FMJJ, Ed.FMJJ-Cajastur