Lago Rivera, Antonio
(1916 - 1990)

La trayectoria artística de Antonio Lago Rivera, hijo de una acomodada familia de La Coruña, es una constante evolución plástica, una sucesión de etapas marcadas por la urgencia personal de investigar y desarrollar nuevos campos estéticos. Su intensa carrera profesional comienza siendo alumno en la Escuela de Artes y Oficios de La Coruña y en la de Bellas Artes de San Fernando, con un estilo sujeto todavía a la tendencia realista de postguerra. A mediados de la década de los cuarenta, la personalidad de Lago Rivera se va liberando, dejándose llevar por el uso de colores vivos, casi fauves, en unas temáticas ingenuas que no recurren a modelos formalmente aparentes. Experimenta también con el uso de colores fosforescentes. Entra a formar parte de la célebre École de París. Sus exposiciones son muy numerosas dentro y fuera de España. En la década de los cincuenta, Lago Rivera irrumpe en el mundo de la abstracción, donde adquiere un notable prestigio internacional. En una búsqueda insaciable de nuevas experiencias trabaja con el arte informal, haciendo composiciones en grises a base de grandes manchas pintadas con espátula. Más tarde regresa inesperadamente a la figuración lírica con parejas humanas, bodegones, marinas y paisajes difuminados en tonalidades grises. En los ochenta surge todavía otra nueva forma de expresión, basada en los fuertes contornos, con temáticas agrias y expresiones y tipos de corte satíricos. Él última tramo de su vida transcurre en Altea, entre la soledad del mar y las montañas, donde pinta afanosamente hasta el fin de sus días en un íntimo deseo de constante superación.